Tiempo de primavera, tiempo imprevisible, tiempo irregular, inesperado, … pero aún así, hay ganas de ir a pescar. El 30 de abril es la primera fecha de los 4 «aplecs» (encuentros) autorizados en el Puerto de Barcelona para la temporada 2017, así que haga frío o calor, toca ir hacia allí.

Pese a ser un fin de semana de puente, 33 compañeros se apuntan a la actividad con ganas de pescar en un escenario especial y singular como este.

Recordemos que el acceso a la zona es muy restringido, se trata de una zona de alta seguridad, dentro de un puerto comercial que, actualmente, debido a los movimientos que rodean el mundo entero, está considerado como una estructura crítica con vigilancia especial. La Sociedad sólo dispone de autorización para un número de actividades muy limitado durante el año, sólo para socios y que con un mínimo de 15 días, se debe pasar una relación de todos los participantes (incluidos los acompañantes en caso de existir) con toda la documentación pertinente, no pudiendo entrar todos los socios (hay un tope de aforo y de vehículos autorizados a entrar), por lo que es muy importante apuntarse a la actividad con tiempo suficiente para poder presentar toda la documentación a tiempo. De la misma forma que una vez dentro del recinto no se puede salir hasta que se acaba la actividad para salir todos juntos, pues el recinto se cierra cuando estamos todos dentro.

Como es norma en nuestra Sociedad, el jueves antes de la actividad se hace el sorteo de los puntos de pesca, en esta ocasión, separándose por grupos, ya que algunos han elegido pescar al corcheo, otros a fondal y los últimos al lanzado, pues tratándose de un «aplec», la modalidad de pesca es libre.

Semana atípica de primavera, no por el tiempo cambiante, sino por las bajas temperaturas, pero parece que el domingo no serán tan bajas y que tal vez el cielo aguantará, pero posiblemente el viento nos haga compañía.

7:45 de la mañana, todo el mundo ya ha llegado a la zona de concentración, se han repartido las hojas de control a cada deportista y en fila vamos circulando hacia la aduana y de allí, hacia la zona de pesca, para marcar los puestos y empezar a montar.

Hasta aquí todo perfecto (bueno, cuatro gotas también nos acompañan durante el camino, después de un buen aguacero caído durante la noche y un viento considerable que sopla de forma clara), pero una vez la Policía Portuaria nos abre el recinto nos encontramos con decenas y decenas de gaviotas levantando el vuelo y al bajar de los vehículos nos encontramos con una considerable cantidad de nidos con sus correspondientes huevos justo a lo largo de toda la zona de pesca.

Nos detenemos y un miembro de la Junta de la Sociedad monta en el vehículo de la policía portuaria para ver si más allá de la zona donde estaba previsto pescar es posible colocar los 33 pescadores para que puedan pescar de forma cómoda y, sobretodo, segura. Tras la vuelta correspondiente vemos claramente que esto no es posible, pues los nidos de los pájaros se extienden a lo largo de la zona y la zona que sigue son bloques mal colocados que hacen peligrosa la actividad de la pesca, en especial para los más veteranos y los más peques.

Hay que tener en cuenta que los nidos de las gaviotas que había son de la gaviota de Audouin (ichthyaetus audouinii), una especie actualmente protegida, una gaviota de tamaño medio, muy parecido a gaviotas patiamarillas comunes (Larus argentatus) que acostumbramos ver por la zona, pero con el pico rojizo, negro en la parte delantera y una mancha amarilla en la punta, también reconocible por tener las alas primarias de color negro con las puntas de color blanco y por tener las patas de color bastante más oscuro que los comunes gaviotas patiamarillas.

Ante la imposibilidad de poder ponerse a pescar en la zona asignada, se intenta conseguir la autorización para poder ir a algún otro punto dentro de las instalaciones portuarias, pero finalmente no es posible y toca desistir.

Una vez nos situamos todos en la parte exterior del recinto pero todavía dentro del puerto, ya que estábamos, preparamos el desayuno y después de eso vamos saliendo del Puerto con la esperanza de que tengamos más suerte para la próxima actividad, aunque teniendo en cuenta que el período de nidificación de estas aves se alargará aún unas cuantas semanas, habrá que buscar alguna alternativa para las actividades que están previstas dentro de esta franja de tiempo.

Algunos compañeros han decidido quedarse en pescar en el rompeolas, otros han optado por ir a algún otro punto y otros han puesto rumbo a casa.

Tan pronto como sepamos algo de las alternativas avisaremos a todos los socios, hasta entonces, saludos y buena pesca!