Como cada año, el domingo más cercano a la fiesta de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros y de los pescadores, la Sociedad de Pescadores Deportivos de Mar de Barcelona organiza el tradicional concurso de pesca en honor a su patrona. Este año tocaba la 61ª edición.

El escenario, en esta ocasión, como en los últimos años fue la Dársena de la Industria, en el Muelle de Pescadores de Barcelona, más conocido como «Muelle del Reloj» o con el nombre más tradicional, que proviene de siglos atrás, cuando aquí se acababa el Puerto de Barcelona: «La Platgeta».

Puntualmente, a las 8:00 de la mañana los participantes fueron llegando a la entrada del recinto, recogiendo el número de banderín que, por sorteo, les indicaba donde les tocaría pescar en la zona en que previamente, miembros de la Junta habían marcado.

Una vez todo el mundo fue llegando al lugar asignado, pues a montar toda la parafernalia que se suele emplear en estas ocasiones: el cajón (tradicionalmente de madera, pero lo más modernos están hechos de aluminio y plásticos rígidos), preparar las cañas , los cebos, brumeo, etc. Concentración, que si miras que hace el vecino, que si preguntas si ha llegado ese, que si enseñas ese carrete nuevo que estrenas, o si tus plomos tienen esa forma o aquella otra, que si los anzuelos más grandes o más pequeños, que si yo pruebo con plomo, que si yo con boya fija, que si yo con boya corredera …

Como marcan las normas, a las 8:45 se empieza a brumear … los que ya lo tienen todo preparado se dedican a hacer la ruta de saludos … el compañero Paco Bernardo reparte (como suele hacer) los vasitos con el su magnífico pacharán casero, se reparten unos obsequios de gorras y llaveros de la Sociedad y apurando antes de hacer la primera calada de caña.

A las 8:00 suena la bocina que indica el inicio del concurso, todos a punto y sedales en el agua. Los primeros raspallones no se hacen esperar, como tampoco el sol, que nos acompañó durante toda la mañana (aunque en el horizonte, si nos girábamos hacia el norte, las nubes eran espesas y amenazantes, pero mientras estás concentrado pescando , ¿Quién se fija en las nubes que tiene en la nuca?).

Picada por aquí, picada por allí … un jurel que sube, ahora una oblada, que si la morralla me comido el cebo, que si ahora sale una palometa, que si no hay ni rastro de las lisas… que si mientras uno aprovecha para desayunar, no puede terminar un mordisco por que le han picado … Mirada al vecino a ver qué saca … mañana bien movida…

El sol estaba presente con fuerza, así que algunos se las ingenian con diferentes soluciones para protegerse del astro rey.

Entre picada y picada, cachondeo y el aroma de brumeo y cebos varios, llegan las primeras noticias de por qué posiblemente las lisas no corran por ahí, el compañero Raúl Bernardo, que está en el primer banderín de todos, ha clavado una anjova con la caña de coup (sin carrete), así que le toca sudar para poder sacarlo, lo que, después de un buen rato, acaba consiguiendo. Y ya se sabe, si hay anjovas, los residentes habituales no se acercan por miedo a ser devorados por estos feroces depredadores, que ahora por aquí, ahora por allá, devoraron unos cuantos de los peces que iban camino de ser pescados, que si a mí sólo me han dejado la cabeza, que si a mi pez le han devorado la barriga, que si sólo he podido subir la mitad del pez … un rato donde baja, y mucho, el ritmo de picadas, ya que los peces están más pendientes de no ser devorados no de comer.

Aunque baja el ritmo, siguen saliendo peces por aquí y por allá, aunque los de gran tamaño hoy parece que no quieren picar.

Las especies capturadas son bastante diversas: raspallones, obladas, palometas, jureles, sargos, mojarras, chuclas, bogas, serranos e incluso la anjova que hemos explicado y una salpa enorme, con pinta de ser la matriarca de las salpas de Barcelona, ya que por ser la especie que es, pesar un kilo no es lo habitual (como que fue rápidamente devuelta con vida al agua después de ser pesada, no tuvimos tiempo de poderla fotografiar, pero los que la vimos damos fe de su tamaño y con suerte, podrá vivir unos cuantos años más).
Como suele ser habitual en la zona, a algo más de media mañana empieza a soplar el viento y las cañas más largas cuestan un poco más de controlar, pero sin grandes problemas para nadie.

Finalmente, a las 14:00 h, después de 5 horitas probando suerte, se acaba la pesca, comienza la recogida y a contar y pesar las capturas (que lleva un buen rato!).
Como siempre, las preguntas de rigor: «¿Cómo te ha ido?», «A mí no demasiado bien» (y lleva el cubo medio lleno), «han dicho que has pescado esto», «¿Has visto lo que ha sacado XXX? «,» y lo que se me ha escapado «,» lo que me ha cortado «, … y sin estas preguntas, se perdería la esencia de los concursos, aquellos momentos en que no sabes si te habrás clasificado bien o no, ya que mientras estás pendiente de tu caña no dominas lo que pasa a tu alrededor …

Y después de pesar todos, toca cantar la clasificación y repartir los premios, en esta ocasión, los 10 primeros clasificados, repartiendo jamones y un grupo de lotes de vinos variados.

La lista de los primeros 10 clasificados:

1.- Eduardo Martínez
2.- Félix Muñoz
3.- Rafael Rebelles
4.- Juan Garrido
5.- Raúl Bernardo
6.- Christian Buscemi
7.- Àlex Pla
8.- Cristian Martín
9.- Francisco Bernardo
10.- Antonio de la Puente

Una vez todo repartido, toca limpiar de basura el lugar de pesca, la última cervecita bien fresca (que no sabes como te lo agradecemos siempre, Santi, ¡Eres un crack de la nevera!) Y la charla habitual post-concurso . Los intercambios de opiniones que nos ayudan a mejorar lo que hay, saludos varios y para casa.
Desde la Sociedad de Pescadores Deportivos de Mar de Barcelona queremos agradecer a todos los que han colaborado en hacer posible una magnífica jornada de pesca más, a nuestros socios, a los compañeros de la Sociedad de Pescadores de Mar Bella que han querido acompañarnos, a la Autoritat Portuària de Barcelona y, especialmente a nuestros amigos de la Cofradía de Pescadores.

Muchas gracias a todos!

Saludos y buena pesca!