La família de los sciaénidos (corvina, corva y verrugato)
La familia de los sciaénidos (Sciaenidae) también está presente en las aguas del litoral barcelonés, aunque actualmente son muy escasos, todavía se pueden ver algunos ejemplares, especialmente de verrugato (Umbrina cirrosa), muy muy raramente alguna corva de roca o corva negra (Sciaena umbra) y prácticamente inexistente en la costa pero que todavía se puede encontrar algún mar adentro de la corvina (Argyrosomus regius).
La familia Sciaenidae es una de las que suele confundir más a algunos pescadores deportivos de hoy en día, todo lo contrario que hace unas décadas, donde eran el objetivo de muchos pescadores que los buscaban no sólo por su sabrosa carne blanca, sino también por el tamaño que pueden alcanzar y la lucha que ofrecían al ser capturados. A día de hoy muchos pescadores deportivos del litoral barcelonés raramente han visto una corvina o una corva clavada a un anzuelo y, aunque son mucho más comunes, tampoco todos los días se ven verrugatos.
Y no sólo eran perseguidos por los pescadores de caña, también lo eran los cazadores submarinos, que los perseguían por los mismos motivos pero a menudo haciendo estragos con las poblaciones de las confiadas corvas negras o corvas de roca.
Pese a que son bastante diferentes entre sí y que tienen costumbres algo opuestas, muchas veces son confundidos entre ellos e incluso con otras especies.
El nombre «corvina» lo deben a la curva que los hace el lomo, una forma muy característica que los hace muy diferentes del resto de peces con quien comparten hábitats. También comparten entre ellos el tamaño desmesurado de los otolitos (los huesos que les permiten notar la gravedad, navegar y tener equilibrio y que se encuentran en el oído interno del pez). Estos pequeños huesos también han sido motivo de la investigación de estos peces, ya sea para usarlos como amuleto, pieza de joyería como por supuestas propiedades curativas. Por ejemplo se han encontrado restos de amuletos hechos con otolitos de corvina en excavaciones muy antiguas y en algunas poblaciones turcas hacen polvo los otolitos de los corvinas y los usan para tratar las infecciones del tracto urinario.
La corvina (Argyrosomus regius):
Es la mayor de la familia y puede alcanzar longitudes bastante considerables, pasando del metro y medio, pero habitualmente ronda los 60cms. Tiene una forma alargada y casi fusiforme, pero con la característica curva del dorso, escamas relativamente grandes. De color oscuro con reflejos brozejats y con las aletas amarronadas. Tiene la boca con las mandíbulas prácticamente de la misma longitud, con pequeños dientes en fila. Las aletas no son muy largas (no es un pez que suela recorrer grandes distancias ni nadar a gran velocidad) y la aleta dorsal, a pesar de ser única, está dividida en dos. Se puede encontrar en todo el Mediterráneo, pero en algunas zonas es poco habitual de encontrarlo, como ocurre actualmente en el litoral barcelonés. Pez gregario que puede llegar a encontrarse tanto a profundidades de más de 180 metros como zonas salobres del litoral.
Al ser una especie con un alto valor gastronómico, también forma parte de las especies de acuicultura, aunque todavía no es una de las más extendidas.
Corva negra o corva de roca (Sciaena umbra):
Más pequeño que la corvina, muy raramente supera los 60cms. De forma alargada y comprimida, el dorso tiene muy marcada la curva que le da nombre. De boca grande y redonda, ésta está en la parte inferior del hocico. De color oscuro, como de plomo y con reflejos casi negras. La aleta dorsal es única, pero como el resto de la familia está dividida en dos. Es muy característica el tamaño y el color (blanco) del segundo radio de la aleta anal, que se puede ver a cierta distancia. También es un pez gregario, pero este difícilmente se aleja de las piedras, pues suele esconderse en cuevas donde pasan el día a la espera de salir por la noche para alimentarse de pequeños crustáceos, moluscos, gusanos e incluso pequeños peces. Como toda la familia la carne es de gran calidad aunque bastante desconocida debido a que es una especie muy rara en nuestro litoral, ya que éste es más rico en fondos arenosos y de barro y los puntos rocosos de poca profundidad donde le gusta vivir a la corva de roca no son demasiado extensos.
El verrugato (Umbrina cirrosa):
De cuerpo más alargado que la corva de roca pero con la curva del dorso también bien marcada. Es característica la boca de este pez, situada en la parte inferior de la cabeza y con forma redonda, con una característica barbilla en la punta de la misma. Esta barbilla le da el nombre en diferentes idiomas además del nombre científico ( «cirrosa»), como es el caso del español: «verrugato». La situación de la boca y la barbilla les sirve para alimentarse removiendo los fondos arenosos donde vive alimentándose de pequeños moluscos, gusanos y otros invertebrados que encuentra por el fondo. Los colores son mucho más vistosos fuera del agua que los de sus parientes, pero perfectas para camuflarse por la arena, con reflejos plateados y de colores dorados con líneas grises que oblicuamente por todo el cuerpo. Puede superar los 80cm y pasar de los 4kg, pero es más habitual capturar ejemplares de 25-35cms. Es el representante de la familia que es más comunmente pescadoen nuestras aguas, pero con una carne excelente al igual que la de la corvina y la corva de roca.
Pesca deportiva:
No existe ningún método específico para capturar estos peces, son capturas ocasionales que se pueden conseguir tanto al surf-casting desde la playa (corvina y verrugato), como probando suerte desde los diferentes espigones. Para tentar a las corvas de roca debemos buscar fondos rocosos especialmente puntos donde haya cuevas, la pesca al fondal es el ideal, pero esto no es ni mucho menos ninguna garantía de que allí estén.
Como no tienen dentaduras demasiado potentes no es necesario emplear hilos muy gruesos, pero si que es recomendable usar gametas bien largas para poderlos engañar en los fondos arenosos. Cebos como diferentes gusanos, pequeñas galeras o cangrejos son perfectos si allí están.
Los ejemplares de buena talla de corvina y verrugato suelen dar una buena lucha, con una picada característica, pues al ser peces que pastando por los fondos, la picada no es muy violenta, ya que comen mientras se desplazan y suelen arrastrar los aparejos, habitualmente destensando los sedales y confundiendo en muchos casos a los pescadores menos expertos.
Gastronomía:
Josep Pla escribió que el verrugato era el mejor pescado del Mediterráneo, tal vez por eso era su preferido cuando tenía que elegir un pescado. Como no es tan común como otros es bastante desconocido para la mayoría (un servidor se ha encontrado varias veces con casos de pescadores de caña con un verrugato en el zurrón que no tenían ni idea de qué era lo que habían pescado) . Si a pesar de no ser muy conocido es una especie actualmente tan escasa, mejor no imaginar, si fuera objeto de deseo, como estaría la población de estos peces.
Como la calidad de su carne es excelente, no hay que romperse mucho la cabeza para cocinarlo, pues lo mejor es poder notar su gusto sin camuflarlo con condimentos y especias, por eso no serán necesarias demasiadas explicaciones para conseguir una buena receta para poder cocinarlos.
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